sábado, 19 de noviembre de 2016

Escala de Glasgow.



Según la escala de Glasgow, la cual mide el nivel de conciencia indica el grado de gravedad o severidad del TEC, refiere tres tipos de trauma:
Leve El TEC leve o concusión (ECG 13-15) se caracteriza por producir en los pacientes una pérdida de la conciencia menor a treinta minutos y cuyas quejas refieren dolor de cabeza, confusión y amnesia. En estos casos existe una recuperación neurológica completa a pesar de que algunos de estos pacientes tienen dificultades de concentración o memoria pasajeras, producto de la perdida de la continuidad entre la sustancia blanca y la sustancia gris, siendo esta ultima la que se introduce dentro de la sustancia blanca, perdiendo la parte estructural del encéfalo.
2. Moderado Producto de un TEC moderado (ECG 9-13) el paciente se encontrará letárgico o estuporoso. Clínicamente, los sujetos diagnosticados con TCE moderado requieren hospitalización y pueden necesitar una intervención neuroquirúrgica, aumentando asi las probabilidades de observar hallazgos anormales en las técnicas de neuroimagen. Estos pacientes también pueden desarrollar un síndrome pos conmoción, el cual refiere un estado de inestabilidad nerviosa después de un TCE leve o moderado. Las características principales son fatiga, mareo, cefalea y dificultad para la concentración. Se produce debido al compromiso de dos estructuras fundamentales: encéfalo y cerebelo, los cuales están encargados de la coordinación de los movimientos.
3. Grave En el TEC grave o severo (ECG 3-8) el paciente presenta un estado de coma, por lo tanto no puede abrir sus ojos, sufre de lesiones neurológicas significativas y no puede seguir órdenes. En la mayoría de los casos la tomografía computarizada (TAC/TC) se visualiza una fractura de caneo y hemorragia intracraneal. Estos pacientes requieren urgentemente un ingreso a la UCI (unidad de cuidados intensivos) y medidas urgentes para poder controlar las vía aérea a través de ventilación mecánica, una evaluación e intervención neuroquirúrgica y la permanente monitorización de la presión intracraneal (PIC). La recuperación es lenta, prolongada y generalmente incompleta. Un porcentaje alto de pacientes con TCE grave no sobrevive más de un año. Esto se debe a él gran compromiso del tronco encéfalo el cual regula la función cardiorrespiratoria del sujeto además de ser la estructura de la cual nace la mayoría de los pares craneales.


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